EDITORIAL
“Todos han venido de muy lejos y saben mucho. Han leído todas las bibliotecas, han contemplado todos los cuadros de todos los museos, han oído toda la música existente. Tienen en el bolsillo de la chaqueta o en su cartera de mano las treinta y seis maneras radicales de transformar el universo próximo o remoto –pero ninguno de ellos ha transformado su pequeña vida personal y, en algunos casos, ésta ha sido desgraciadamente transmitida” [1]
El camino del conocimiento tiene un principio que se asume y una falta de fin que se soporta, con estas palabras damos la bienvenida a quienes en esta primera edición se han arriesgado a dar a conocer públicamente sus reflexiones de investigación, con la condición que este camino inicia aquí pero no tiene final.
Someterse a la mirada de otros es un riesgo grande frente al propio ego y en esta revista queremos que los estudiantes en su proceso de formación tengan un espacio de interactuación con la comunidad académica y científica, que las propuestas, avances o resultados de sus pesquisas investigativas tengan un espacio de divulgación propio para ellos, en los que la competencia sea con respecto a otros en sus mimas condiciones (proceso de formación) pero que a la vez tengan una independencia tal en la manifestación de sus ideas, que no dependan de la buena voluntad o no de un docente investigador que los quiera relacionar como auxiliares en una determinada publicación.
En esta revista el estudiante en proceso de formación tiene su propia voz, será la primera voz del derecho, antes que los académicos acartonados o un poco ensimismados en su mar de conocimientos, le damos un espacio propicio y necesario a los estudiantes, quienes tienen legítimas inquietudes investigativas y a su vez, tienen la capacidad para desarrollar y entregar importantes y novedosos resultados, que muchas veces por no estar procedidos de un “nombre” dentro del campo de los investigadores mueren generalmente en las aulas de clase, en una exposición pero terminan sin ningún impacto en el medio académico externo.
La revista cultura investigativa reconoce que la investigación está generando verdaderos ambientes de investigación al interior de los programas de derecho de las diferentes universidades del país, al punto que los estudiantes en su proceso de formación, están permanentemente permeados de labores investigativas bien sea en los trabajos que adelantan en sus diferentes asignaturas, o su pertenencia a semilleros de investigación liderados por docentes en las diferentes áreas del conocimiento , o sus labores como auxiliares de investigación en proyectos liderados por docentes o hasta de carácter institucional, en este sentido, la investigación dejó de ser precisamente un privilegio de profesores con alto nivel de formación o de gran ascendencia y experiencia dentro de las instituciones de educación superior, para convertirse en un proceso público, compartido y abierto.
En este orden de ideas y reconociendo, que los espacios para la investigación se han ampliado, pero no así los mecanismos de divulgación para la producción de los estudiantes en proceso de formación, esta revista nace con el propósito que la nueva cultura investigativa que se impulsa desde el ámbito estudiantil tenga su propio órgano de difusión, por ello esta revista se reserva desde hoy y para el futuro a aquellos estudiantes que se arriesguen a someter sus reflexiones a la mirada de otros, a la del par, pero que a su vez esté dispuesto a recibir los beneficios de la visibilidad de sus ideas, para el fortalecimiento de su hoja de vida, de su cualificación personal y de su huella vital.
La revista como política editorial, publicará en cada uno de sus números la sección “logré el doctorado” allí publicarán diferentes Docentes investigadores que hayan logrado culminar su proceso doctoral y ostenten dicho título, para que nos cuenten como fue su proceso personal de calificación que no es sólo una experiencia académico formativa, sino personal, familiar y que en muchos casos nace desde que eran estudiantes del pregrado, en este primer número hemos dado el privilegio a nuestro docente Doctor Juan David Posada Segura, coordinador del Semillero en Derecho Penitenciario, docente investigador de tiempo completo de nuestra facultad, para que ilustre y anime a otros a emprender tan valiosa meta.
En este número previa calificación de pares se publican artículos de semilleros de las facultades de Derecho de la Universidad Santo Tomás Medellín, Universidad Autónoma Latinoamericana, el semillero conjunto de derecho penitenciario entre la Universidad de Antioquia y la Universidad San Buenaventura Seccional Medellín y el semillero de Derecho penal moderno de nuestra universidad.
Es un placer advertir que hubo proceso de selección y de pares académicos, de retroalimentación de las evaluaciones, que no todas las participaciones recibidas salen en esta publicación, que ya tenemos otras preseleccionadas para el segundo número y que para un estudiante en su proceso de formación investigativa verse publicado en la revista Cultura Investigativa, debe representar un verdadero orgullo y honor.
El lector encontrará un material serio y trabajado por parte los articulistas seleccionados, el que invitamos a visitar, conocer y discutir con los autores para que la comunidad académica crezca y el propósito de dar una novedosa oportunidad de publicar a quienes no contaban con un medio real para hacerlo se pueda prolongar en el tiempo , prestando especial cuidado a no realizar una crítica dura y destructiva que pueda desalentar el noble propósito de ver a otros crecer, pues todos, hasta el más connotado científico en algún momento fue “pequeño” en conocimiento y saber.
Concluimos este primer editorial invitando a la reflexión sobre el extracto citado del Nobel de literatura José Saramago, para advertir que mucho camino han recorrido quienes se han arriesgado a publicar aquí, porque además de seres humanos “soñadores” se requiere sobre todo seres humanos “realizadores” aquellos que logran transformar a veces el universo, pero que basta con que puedan transformar al menos su propio mundo.
Saludamos pues con orgullo a la revista virtual Cultura Investigativa y su aparición en el mundo académico porque ha despertado del sueño y se ha convertido en realidad.
César Alejandro Osorio Moreno
Editor
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