Superado el umbral de los dos años de publicación sostenida, nuestra revista amplió la convocatoria a todas las ramas de las ciencias sociales, en particular a las Facultades Universitarias y Semilleros de investigación en áreas afines. La acogida fue amplia: el número de artículos propuestos, 32, supero (y con creces) el promedio de artículos que usualmente recibimos.
Quien de un vistazo al carácter textos que aquí
publicamos podrá encontrar artículos que han sido realizados como una modalidad
de trabajo grado, apartados de monografías publicadas o en proceso de
culminación, avances en investigaciones desarrolladas en semilleros y artículos
que se derivan de excelentes trabajos finales que, bajo la forma de artículo de
reflexión, dan cuenta del interés de sus autores y autoras por la investigación.
En esta presentación queremos resaltar de manera
breve dos aspectos que tal acogida nos ha planteado: el papel que la formación
investigativa asume en el pregrado y el rol que juega nuestra revista en el
apoyo a los autores y autoras que nos reconocen como un medio legítimo para
publicar sus artículos.
Ante el primer respecto, queremos destacar que el
tipo de artículos que hemos recibido son un buen indicador de una academia
activa y propositiva. A pesar de las transformaciones que le medio
universitario ha vivido en la última década, en donde la reorientación de
políticas en torno a la misión social de la educación han intentado enmarcar la
formación Universitaria en función de la “lógica del mercado”, hay señales que
la construcción de conocimiento y la formación de pensamiento se resiste a ser
instrumentalizada. Si, es cierto: las universidades públicas y privadas enfocan
buena parte de sus esfuerzos en la “venta de servicios”, pero los esfuerzos
para la investigación y la formación de estudiantes críticos conducen a que
tanto las movilizaciones de distintos estamentos universitarios en torno a la
reforma educativa y el trabajo que dia a día es realizado en claustros
académicos, den cuenta que nuestros intereses son mas amplios que servir a los
intereses del mercado.
Las señales de las que hablamos tienen que ver con
el entusiasmo con el que año tras año se realizan numerosos eventos académicos
que convocan facultades, áreas de saber o semilleros. Como podrá leerse en
estas páginas, resultados de tales iniciativas llegan a nuestra revista.
Ahora bien, el segundo aspecto que queremos mencionar
en esta presentación tiene que ver con la responsabilidad que nos cabe como publicación
académica, cuyo reconocimiento se hace patente en la confianza que nos ha sido
conferida por autores, autoras, semilleros de investigación y profes de
distintas universidades. Los artículos
que publicamos han atravesado un proceso de evaluación en tres etapas: revisión
(primera aprobación, recomendaciones), evaluación académica (segunda aprobación,
recomendaciones), revisión de estilo (tercera aprobación, ajustes y
recomendaciones). Cuando algún artículo ha sido devuelto a su autora o autor, las
razones del caso les han sido expuestas. Puesto que el propósito pedagógico de
nuestra revista implica contribuir a la formación de estudiantes y escritores o
escritoras neófitas, nuestras comunicaciones implican una serie de recomendaciones
que estamos próximos a sistematizar a la manera de un “manual de estilo” para
la revista que seguramente será útil en otros espacios.
Por último, queremos agradecer a los evaluadores y
evaluadoras que nos han prestado su colaboración. La calidad de sus méritos
académicos podrán ser revisados en las hojas de vida que aparecerán vinculadas
a sus nombres. Es gracias a ellos y a ellas y su esfuerzo de evaluación anónima
que nuestra publicación garantiza el rigor que la hace, precisamente, una
revista académica.
Nicolás Espinosa
Editor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario