Resumen[1]
Este artículo es resultado de un ejercicio de investigación que se propuso abordar, el diseño como una manera de aproximarse a las realidades sociales, en particular el vestuario. La investigación se propuso identificar las principales características socioculturales de la década de 1950 que las formas de vestido de ese entonces expresan. La investigación es de carácter cualitativo y se realizó por medio de técnicas como el análisis iconográfico, el estudio del álbum fotográfico, de publicidades relacionadas con la moda en la época y de las historias de vida. Entre los reultados del estudio se exponen los principales rasgos que el vestido expresa sobre la identidad de la mujer en Antioquia (Medellín) en la década de 1950. El vestuario es cultura y revela ese lenguaje silencioso que utilizamos para comunicar nuestras preferencias, caprichos, necesidades y en algunos casos imposiciones.
Palabras claves: Cultura material, Década 1950, Lenguaje Silencioso, Publicidad, Nudismo parcial, Medellín, Vestuario Femenino
Artículo Recibido: Noviembre 2012 Artículo Aceptado: Junio 2013
Paola Ortiz Rivera
Diseño Industrial,
estudiante de último semestre.
Universidad de San
Buenaventura, Medellín.
Our second skin:
some functional and symbolic aspects around clothing in the Antioquian women of
the 50’s
Abstract
This article
is the result of an exercise
for Research that aimed to address, the design as a way of approaching social realities, especially the costumes.
The research aimed to identify the main socio-cultural
characteristics of the 1950s
that the forms of dress then expressed. The
research is qualitative and
was performed by means of techniques
such as iconographic analysis, the study of the photographic album of fashion-related advertising at the time and life
stories. Among the return results
of the study are presented the main features that the dress expresses the identity of
women in Antioquia (Medellín)
in the 1950s. The
costumes are culture and reveals
the silent language we use to communicate our preferences, whims, needs and in some cases impositions.
Keywords: Material Culture, 1950 Decade, Silent language, Advertising, Partial nudity, Medellín,
Female Costumes
Imagen # 1
De izquierda a derecha, traje de tarde en dos tonos, traje de comida largo con
estampado nenúfares,
trajecito de día estampado. Revista CROMOS 1950
Introducción.
Los años transcurridos entre 1950 y 1960 fueron muy significativos para
el género femenino. La búsqueda del amor propio, el maquillaje, el surgimiento
de tendencias por parte de famosos diseñadores jugaron un papel fundamental en
la consolidación de patrones de feminidad en esta época. Un hecho relevante de
ese entonces es que el estado concedió a la mujer colombiana el derecho
político del voto. Fue el 1 de diciembre de 1957 cuando las mujeres
concurrieron a las urnas por primera vez; hecho que parte en dos la historia de
Colombia y con ello la historia de la feminidad en el país. Desde este momento
las mujeres renacen como personajes importantes en la sociedad.
Ya no son los consejos ni las normas promovidas para la buena costumbre de las familias tradicionales en Antioquia, sino
la publicidad la que toma el mando en esa vía de “querer parecer” con una
cantidad innumerable de productos de tocador y aseo; jabones, polvos, y cremas que prometen a las
mujeres de esta época, de los sectores urbanos de Medellín y con acceso a
capital económico, belleza y soluciones a todos sus problemas.
Las mayoría de las mujeres de esta época, pertenecientes a niveles
económicos medios y altos, debían preocuparse por impresionar, y para
garantizar esto era necesario aprender de siluetas, texturas y diseños. La
belleza no solo la daba el traje, sino también la capacidad de ajustarlo a la personalidad,
combinándolo con posturas adecuadas, expresiones inteligentes, evitando los
nervios y las posturas fijas.
Es así como esta mujer de buen nivel económico, comienza a consagrar su
cuerpo, es decir, a dedicar esfuerzo y trabajo para lucirlo y con él el
vestuario con el que se permite ceñir y enseñar las formas. Surge el vestido de
baño como primera forma de desnudes parcial,
a pesar de aquellos que lo rechazan debido a que se tendría una extraña
moral. Los reinados, la publicidad, y los nuevos estilos de vida echarían abajo
el pensamiento de trajes que despierten interés y resaltarían los trajes que
revelen más de lo necesario, aquellos
que autorizaran la exhibición y el nudismo parcial.
En el texto se presentará, en primer lugar la metodología con la cual se
llevó a cabo la investigación, luego, se
muestran los antecedentes y marco de referencia del proyecto, seguido de la
discusión, y por último se presentan los hallazgos.
Imagen # 2
Ahora las labores realizadas por hombres, también pueden ser realizadas
por mujeres pero sin perder la
perfección con una puesta en escena que representa lo exótico y festivo del
entorno donde se desenvuelven. Archivo fotográfico
Biblioteca Rafael Uribe Uribe
Metodología
La investigación fue de carácter cualitativo. Se hizo uso de técnicas y
herramientas como: la revisión bibliográfica y la sistematización de la misma
mediante fichas bibliográficas, La
historia de vida, técnica que fue aplicada a 7 mujeres pertenecientes a niveles
económicos medios y altos y que actualmente oscilan entre los 75 y los 85 años,
los datos de estas mujeres son reales y ellas accedieron a participar en el
proceso de investigación con información y fotografías a cerca de su pasado.
El registro fotográfico, “La imagen que invoca la palabra”[2]
y el análisis iconográfico (en el cual se llevó a cabo principalmente la
revisión de dos fuentes de información: Revista
Cromos, ediciones publicadas en la década de 1950) y el álbum familiar como
evidencia de las prácticas cotidianas y el vestuario usado por las mujeres para
llevarlas a cabo). Dentro de este análisis iconográfico se analizaron elementos
denotativos y connotativos de las imágenes, evidenciando con esto las
principales características de cada prenda mostrada.
El análisis de estas fuentes (bibliografía, publicidad, álbum fotográfico e historias de vida) reúne
a su vez tres perspectivas diferentes del vestuario femenino en Medellín en la
época de 1950 lo que permitió comparar el vestuario Cotidiano y el Real, sus características, similitudes y
diferencias existentes.
Al tener esta información recopilada se realizaron cuadros comparativos,
de los cuales se definieron unas categorías, para encontrar similitudes y
diferencias entre el vestuario cotidiano y el real y así alcanzar el principal
objetivo de la investigación.
El vestuario Ideal
es aquel que se relaciona con
una idea o representación mental; es aquel que se ve en la revistas, y en
aquellas mujeres de clase alta. El vestuario Cotidiano es aquel que era utilizado por las mujeres en su día a
día, principalmente en las labores
domésticas.
Al comparar el vestuario cotidiano y el
real se podría concluir si la moda femenina presentada en los medios de
comunicación era un modelo a seguir, una moda impuesta, si era llevada por
voluntad propia por las mujeres en su realidad cotidianidad y en qué forma era
reinterpretada y usada.
Imagen # 3
Vestuario
femenino utilizado para las actividades diarias (trabajo, estudio) denominado “traje
deportivo”, propuesto en ese entonces para hacer pasar a las mujeres “inadvertidas”,
pero sin llegar a la “vulgaridad”
Antecedentes
El vestuario femenino y la lectura
iconográfica han sido estudiados a través de los años y abordados desde
diferentes puntos de vista. Para la realización de esta investigación se encontraron
algunas investigaciones relevantes tomadas como referente teórico:
Reyes, Claudia, Star system y mujer: Análisis de las representaciones de lo femenino en
Colombia a partir de las imágenes que circularon en revistas (1930 -1940)” Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
Bogotá 2012. Este proyecto se centra en el estudio de los discursos del cine
norteamericano en la década de 1930. Éstos circularon a través de algunas
revistas colombianas que ayudaron en el modo de ser femenino y a construir una
imagen de mujer en Colombia.
El estudio de las publicidades de la revista Cromos
principalmente, y otras como: Sábado, Letras y Encajes, y como lo estudia Clara María Gonzales en “Los ideales de la mujer a través de la imagen
publicitaria de la Revista Cromos”, ayudan a identificar el contraste entre un tipo de mujeres y otras, sus
principales similitudes y
diferencias existentes.
La recopilación de imágenes de álbumes
fotográficos y su estudio da cuenta de la identidad social y de cómo dentro de
lo cotidiano se encuentra lo extraordinario como lo afirma el escritor Pablo
Rodríguez (1996) en su texto Una
nueva manera de hacer historia: Retratos de familia, imágenes visuales del
entramado social.
El vestuario es un elemento que define, perfila e
incluso permite revelar la identidad de quien lo lleva. Según Antonio Montaña
(1993) en su libro Cultura del Vestuario en Colombia,
el vestuario posee ese lenguaje silencioso
que utilizamos para comunicar nuestras preferencias, caprichos,
necesidades y en algunos casos imposiciones; el vestuario cobra vida ya que juega un papel más importante que el de
abrigar. Pero los accesorios también juegan un papel muy importante que iban
desde joyas costosas hasta adornos y accesorios de bajo precio según la
ocasión. El estudio de la historia cotidiana no contada de la mujer de la época
de 1950, deja ver su evolución y cómo influyeron esos cambios en los rasgos que
vemos en las mujeres de hoy.
A continuación veremos algunos de los temas más
relevantes en la trasformación del vestuario femenino en la época de 1950, que
le dieron paso al vestuario y los comportamientos femeninos que vemos en la
actualidad.
Imagen
# 4
Fotografías donde se dejan ver los cuerpos desnudos, para publicidades
que insinuaban la aceptación del erotismo. Patrimonio Imágenes Biblioteca
Pública
La nueva liberación indumentaria
La nueva liberación indumentaria es
definida como los nuevos cambios producidos en el vestuario femenino en la
época de 1950 según Domínguez, (2004). Dichos cambios surgen en Medellín a
partir de un factor importante: las costureras y los sastres que tenían total
conocimiento de los modelos y las revistas francesas y españolas que imponían
la moda en la década de 1950, algunas revistas nacionales y locales como Cromos, sábado, Letras y Encajes, Semana,
Unión, Lecturas, Colombia, Progreso y Avanti, entre otras. Estas revistas
circulaban semanal y mensualmente, y sus principales seguidores eran mujeres interesadas
en temas modernos como política, economía, viajes, religión, culinaria, moda,
belleza, farándula y un sinfín de temas que pretendían entender la cultura y
divulgar el “american way of life”
(estilo de vida americano) como modelo a seguir. Estas revistas ofrecían
secciones de moda que eran “creadas por corresponsales en París” (Domínguez,
2004: 142). Eran estos personajes quienes tenían actualizadas a sus lectoras en
Medellín sobre las innovaciones en trajes, tocados, calzado, adornos, telas,
y maquillaje (Imagen # 1), que estaban a
la moda en la capital francesa, el centro mundial de la moda en donde ocurren
los cambios rápidamente, ya que cada día hay novedades en la indumentaria
femenina y son probados por clientas audaces, quienes se encargan de darle
acogida entre el público femenino. En estas secciones también aparecía cómo, cuándo
y dónde, se debía llevar toda esa indumentaria.
La nueva liberación indumentaria trae
consigo algunas reglas a seguir. “Debe
haber armonía entre el traje y sus detalles, y entre éstos y la expresión
corporal, atributos o defectos, carácter y sensibilidad de su portadora” (Domínguez,
2004: 150). Se demuestra que la vestimenta refleja la personalidad, el esmero y
el talento y claramente aseguran el éxito de la mujer en la sociedad. De la
mano de la indumentaria vienen los gestos y las poses que “definen y separan la mujer elegante de la que no lo es” (Domínguez,
2004: 150).
Para lograr ese sistema funcional, los
detalles tienen como función principal “transformar el cuerpo real, para hacer de este el cuerpo cotidiano
promovido por la moda”. Para lograr este sistema es necesario “Ocultar algo que no es agradable o mostrar
algo que vale la pena ser visto… por eso el arte de mostrar y ocultar… es arte
difícil que requiere además de gustos artísticos, un estudio físico y moral de
la clientela femenina”. (Sábado, N° 81. Pp 987)
Estos cambios en el vestuario femenino
traen como objetivo una puesta en escena, que representa lo exótico y festivo
del entorno donde se desenvuelven estas mujeres, (Imagen #2); ya no solo se
habla del “¿Quién?, póngase esto, vístase
así, si quiere representar esto, pero también responde al ¿Qué? ¿Dónde? Y
¿Cuándo?” “La moda es una sucesión rápida de lugares absolutos.” (Barthes, 1970,
citado en Domínguez, 2004)
Las revistas de moda parisinas imponían
o decretaban para cada temporada las prendas, adornos, colores,
texturas, que serán oficiales, para estaciones, horarios, lugares y
circunstancias de exhibición, basadas en un mundo artificial en el que no
existe el trabajo, el tiempo real es lo de menos, “solo
cabe el despliegue inocente y prestigioso del ocio, el poder, la libertad, el
juego, el deseo, la elegancia, la seguridad el éxito y la seducción” (Domínguez, 2004: 155). Estos trajes con todos sus
adornos sintetizaban los valores que toda mujer debía tener estando entre el
ocio y los períodos de trabajo, “en los que las mujeres debían ser prácticas
combinando y cambiando sus trajes según la situación, el lugar y la actividad
desarrollada”. Según Olga Graciano (Historias de vida, 7 Mayo 2012).
“En realidad el atavío deportivo es el traje de mañana,
el traje de entretiempo, el traje de calle, ¡el traje de hoy! el que llevamos
en nuestro trabajo…(en) la cotidiana correría matinal…(al) anochecer… el que
nos hace pasar inadvertidas…alejando, sin embargo, de nosotras todo matiz de
vulgaridad”(Sábado, N° 103. Pp 1310) (Ver imagen # 3)
El vestuario trae consigo el afán del
cambio: lo que en una época es moda, a la siguiente temporada será feo, y
necesitará de la renovación. Estos cambios son signos de distinción y estética
para las mujeres de la década de 1950; los vestidos y los accesorios ya no son
soportables a través de cada temporada y éstos deberán ser renovados por trajes
más novedosos que los anteriores. El Fashion-Group
(Grupo de moda) impone el valor y el tiempo que la vestimenta femenina será
aceptado, actualizado o rechazado, de este modo según lo dicta el Fashion-Group ninguna moda debe
permanecer, y aunque ésta permanezca en los closet de su público femenino,
carece de belleza y dichos trajes serán vistos como grotescos, despreciables, y
desagradables, lo que es definido en el sistema de la moda como nausea
estética, como lo explica Thorstein
Veblen (1974).
La nueva liberación indumentaria fue el
primer paso que abrió camino hacia la publicidad, ya que las mujeres ganaron
gran protagonismo en la vida social, y así se desarrollaron otros entornos como
los reinados y el deporte donde las mujeres obtuvieron un papel más importante.
Imagen # 6
En
los reinados los trajes insinuaban
partes del cuerpo, ahora eran más cortos y pequeños; ahora los peinados
buscaban otros efectos que combinaran con estos trajes modernos.
La publicidad, reinados y deporte
El siglo avanzaba y las mujeres de la
mitad del siglo tomaban un papel más importante en las publicidades. Para esta
época existían publicaciones dirigidas a las amas del hogar; la imagen
fotográfica para publicidad proponía cuerpos desnudos y la aceptación del
erotismo (Imagen # 4), “pero estas publicaciones fueron rechazadas por los
hombres y por las familias católicas que sostenían que estas lecturas eran
inadecuadas para las mujeres y atacaron las nuevas actitudes femeninas”, según
María Vitalina Castrillón (Historias de
vida, 6 Noviembre 2012) (Ver imagen # 5) la moda escandalosa, la práctica de
deportes, los bailes, el cine, entre otros; argumentaban además que esas
actividades “alejaban a la mujer del
hogar y de la misión que se le había asignado indudablemente la influencia del
American way of life (estilo de vida) que se reflejaba en el cine y las
revistas, tuvo un fuerte impacto en la vida femenina cuando los adelantos
modernos se fueron imponiendo” . (Reyes, 1995). Muchas de sus lectoras
reconocían que pretendían seguir ese modelo femenino que publicaban en las
revistas, “ya que estas mujeres eran modelos de belleza “10” y la relación con
el trabajo y las tareas domésticas y su vestimenta era perfecta”. Según Edilia
Bolívar (Historias de vida, 25 Septiembre 2012).
Imagen # 5
Publicidades femeninas que incitan al cambio de actitudes. Revista Cromos 1950
Por otro lado los reinados serian otro
motivo para que las mujeres salieran de su cascarón y se proyectaran como mujeres
modernas; los reinados se iniciaron con el propósito de integrar a Colombia por
medio de la belleza femenina y éstos se iniciaron en el año de 1934 en el
cuarto centenario de la fundación de Cartagena. Por primera vez en la historia,
Colombia tenía reina, quien portó la corona hasta el año 1947 cuando se reanudó
el certamen después de la Segunda Guerra Mundial, y fue en la mitad del siglo
cuando los reinados fueron aceptados tanto por hombres como por mujeres ya que
en el año de 1957 la antioqueña Doris Gil
Santamaría fue elegida como señorita Colombia. Para este momento la cintura
estaba oculta, pero ahora se insinúa mediante vestidos separados en dos piezas,
chaquetas más cortas y faldas a la rodilla; el peinado también se revolucionó con
los reinados, y ahora ya no eran tradicionales pasando así a ser un caos
planificado, cabellos artísticamente peinados, desgreñados (ver imagen # 6) “en
busca del efecto que deja el viento” (Semana, 1959)
Los accesorios ya no eran joyas
costosas: éstas fueron sustituidas por adornos, flores y accesorios de bajo
precio, pero igualmente vistosos (ver imagen # 7). El rubor, el pintalabios, y las cremas son
indispensables en la vida diaria femenina, pero la gran revolución que causaron
los reinados fue el famoso strapless
(hombros descubiertos) “que niegan la
vieja costumbre de destacar artificiosamente el tórax y anuncia la próxima
puesta en escena de las rodillas, esta vez para largo rato”. (Domínguez,
2004: 195).
Imagen # 7
Los
accesorios costosos pasaron a ser utilizados en ocasiones especiales, ahora la
moda era llevar pocos accesorios de bajo precio pero igualmente. Revista Cromos 1950
En esta década “las mujeres empezaron a
tener los mismos privilegios que los hombres aunque sin perder su delicada
apariencia femenina”; según Olga Graciano, (Historias de vida, 14 Febrero 2013)
las joyas, los guantes, los sombreros, y las carteras pasaron a ser parte de
otros momentos, ahora se imponía el traje sport
(deporte) y claramente las actividades de ocio y deporte, pero con la condición
de mantenerse limpias, cultas y refinadas. El tenis, la gimnasia, y la natación
fueron los primeros deportes que las mujeres de la década de los 50’
practicaban (Imagen # 8), pero estos momentos de ocio eran todo un despliegue
de moda y cuerpos.
Imagen # 8
Del tambor de bordar, al volante del automóvil.
Del soplador doméstico, a la raqueta de tennis.
“Esto también demostraba dos realidades:
las mujeres universitarias que tenían una actividad deportiva permanente y las
mujeres que no trabajaban pero disfrutaban del ocio y se exhibían los domingos”,
según María Vitalina. Castrillón (Historias de vida, 21 Marzo 2013) cuando
todas las labores domésticas estaban terminadas, pero estas dos realidades
tenían algo en común: era todo un derroche de trajes modernos, que dejaban más
al descubierto, cuerpos esbeltos que perseguían el ideal de mujer delgada ya no
a través de trajes sino de ejercicios al aire libre, mujeres “puestas en su
lugar”, con glamour, y con energía para la realización de esos deportes. “La moda actual muestra los defectos que
antes podían ocultarse por el exceso de ropa. Hoy no queda más remedio que
hacer ejercicio, la que no lo hace, podrá ir vestida con toda la elegancia que
su buen gusto y sus recursos le permitan, pero siempre le faltara algo para
completar el ideal que persigue, esto es la flexibilidad y tonicidad de sus
músculos y por tanto de sus movimientos”. (Lecturas, N°42. Pp 8).
Imagen
#9
Los incomodos vestidos ya no formaban parte de las tendencias, y las
publicaciones estaban de acuerdo con
ello. Revista Cromos 1950
Con el reinado y los deportes las
mujeres dejaron ver un poco más de piel lo que trajo como consecuencia que los
deportes no solo se llevaran a cabo como circunstancias de exhibición femenina,
sino como momentos para el cuidado del cuerpo femenino; esto pudo verse
reflejado como una nueva tendencia en Colombia, las mujeres cambiaron todo desde su vestimentas hasta sus
actitudes.
Tendencias colombianas
Las modas han ido marcando la evolución
de las mujeres colombianas, pero en la década de 1950 las mujeres están
dispuestas a cambiarlo todo; no es necesario utilizar las incomodas
vestimentas, (Imagen # 9) se muestran las piernas y puede incorporarse a la
vida social sin necesidad de estar representada por un hombre. Las universidades
les abren las puertas, se les otorga el derecho al voto, manejan automóviles y
ocupan un puesto importante en la sociedad. Ahora son las mujeres creadoras de
su vestimenta, la mujer se muestra más importante que esas prendas que lleva
puestas. “La ropa: la nueva, ayudará a
rescatar y enseñar a la mujer. A la mujer, no al objeto que el marido o el
amante visten”. (Montaña, 1993: 35).
Ahora los trajes toman formas simples,
son ligeros y cómodos, ya las prendas no se encargan de cuidar el pudor
femenino, ahora deben hacerla ver atractiva. “¡Abajo las cabelleras largas, los moños y las trenzas! (Montaña,
1993: 35). Ahora las mujeres tienen cortes de cabello audaces; los peluqueros y
sus químicos ganan importancia.
Las tendencias siguen llegando del
exterior a Colombia, pero éstas ya no son tan costosas y pronto la clase baja
también vestirá con aquellas prendas que son tendencia en el momento “y para
mayor facilidad los moldes para el corte salen a la venta; ya no es necesario
comprar en grandes almacenes”, según Edilia Bolívar (Historias de vida, 28 Febrero 2013) ahora es necesario tener el dinero suficiente
para pagarle a la costurera de confianza. En esta década de 1950 las mujeres se
imponen frente a la violenta reacción de la iglesia y el uso de pantalones será
un hecho oficial: también se impone el uso del vestido de baño “La moda cambia pero no retrocede”
(Montaña, 1993: 36). (Imagen # 10)
Imagen
# 10
A pesar que la iglesia se oponía al uso de vestidos de baño, la
utilización de este ya era un hecho y era exhibido en lugares públicos como: aviones, parques,
universidades entre otros. Revista Cromos
Las tendencias son impuestas por
grandes diseñadores como Coco Chanel,
Christian Dior, Cristóbal Balenciaga, entre otros, ahora la industria está
basada en la sofisticación, los movimientos artísticos el Art Nouveau, el Cubismo y la
Bauhaus; la aplicación de las
artes a la vida diaria cambia el estilo de vida de toda una generación. La
Arquitectura, el Diseño Industrial, el Mobiliario y el Vestuario, construyen una unidad, y las
mujeres “pueden tomar de todas las artes
los medios de elevarse por encima de la naturaleza para subyugar corazones y
herir los espíritus” (…) “el éxito es seguro y el efecto irresistible”. (Domínguez,
2004: 190).
En Colombia las tendencias se
determinaban en Medellín, Cali y Barranquilla. “Para fiestas, el vestido globo,
el alcachofa y el camisón, todavía tapando la rodilla. En la calle se ven
trajes sastre con chaqueta más corta y entallada; faldas largas, plisadas, unas
anchas otras angostas, abiertas a los lados; túnicas que pueden estar
entalladas o estilo talego. Los slacks (pantalones) se aceptan, pero su uso
apenas comienza, van ceñidos hasta media pierna o hasta los tobillos.” (Velásquez, 1995: 124).
Las tendencias colombianas cobraron
gran atención entre las mujeres, ya que estas eran toda una revolución aunque
trajeran consigo la oposición de la iglesia y de un grupo de hombres que no
estaban dispuestos a cambiar; caso contrario con las mujeres quienes querían pasar de ser el
personaje que permanecía oculto en las paredes de su casa y pasar a interpretar
en papel más importante en los entornos sociales.
Discusión
En nuestro contexto, el ideal de belleza femenino es presentado con ilusiones
a través de las publicidades y encarnado en sus protagonistas que son modelos de
belleza. Éstas invitan a parecer naturales, claras e inteligentes, antes que
bonitas; las revistas han fomentado la moda a través de la historia de la
mujer, pero en la década de 1950 éstas ofrecían
secciones de moda que eran creadas por corresponsales en París. Gracias a estos
personajes las mujeres en Medellín tenían de primera mano las innovaciones
sobre trajes, tocados, calzado, adornos, telas y maquillaje; en estas secciones
de moda también aparecía cómo, cuándo y dónde se debía llevar esa indumentaria.
En esta época la moda en París decretaba cada temporada, las prendas, adornos,
colores, y texturas que serían oficiales para cada estación, para cada hora del
día y la noche y los lugares, todo esto basado en un mundo en el que no existía
el trabajo y las mujeres solo tenían un despliegue prestigioso en los momentos
de ocio y juego. Por otro lado ninguna vestimenta debía permanecer en los
closet de las mujeres, ya que estos al final de la temporada carecían de
belleza y eran vistos como grotescos y desagradables. De acuerdo a la
comparación de las publicidades y el álbum fotográfico y las historias de vida,
muchas de las mujeres de esta época reconocían que pretendían seguir ese modelo
femenino que publicaban en las revistas, ya que las mujeres que allí aparecían
eran consideradas modelos de belleza “10” y la relación con sus trabajos y las
tareas domésticas y su vestimenta eran totalmente perfectas.
Hallazgos
La teoría de las artes aplicadas a la vida diaria, cambia el estilo de
las personas, ahora la arquitectura, el diseño industrial, el mobiliario y el
vestuario forman una unidad, y es ahí cuando el diseño industrial se apoya en
el vestuario para entender la forma en como las personas se visten, los
orígenes de esa vestimenta y comprender
los principales rasgos de esa persona, (factores que diferencian a los
individuos) esto pueden llevarnos a gustos y
preferencias, a una conducta en particular; ¿cuándo compran?, ¿cómo
usan? ¿cómo evalúan y desechan productos y servicios que pueden satisfacer sus
necesidades? Esas preferencias individuales pueden reunirse en grupos y poder
así segmentar consumidores y mercados.
Las fotografías (álbum fotográfico-historias
de vida) son un tesoro para la memoria; las fotografías retienen más que
imágenes: narran una historia o un episodio importante en la vida de su dueño. Las
imágenes son una fuente que ayuda a recordar lo olvidado y nos arroja esa
información certera vivida por aquellos individuos. Desde hace mucho tiempo la
fotografía se impuso como un documento de sustento histórico. Las fotografías,
las historias de vida y las publicidades son herramientas que permitieron dar
cuenta de las diferencias del vestuario femenino Ideal y Real de esa época. En
ellas se puede ver cómo las mujeres en Medellín llevaban trajes de diseñador,
tal y como se mostraba en las publicidades de la época, mientras que otras
mujeres igualmente vivían a la moda pero con trajes confeccionados por sus
madres o abuelas, pero siempre tratando de seguir estos ideales. Esto puede ser afirmado
gracias a las historias de vida, como lo dice la señora Olga Graciano en la
entrevista que se le realizo; esta afirmaba que: “Para ocasiones especiales;
como cumpleaños, compromisos, reinados populares y eventos sociales, se hacia el mayor esfuerzo tanto de sus hermanos mayores, como por parte
de ella misma, haciendo rifas o venta de comidas, para comprar ese vestido que
veía en la portada de las revistas o mandarlo a confeccionar con la costurera
del pueblo”. Esto nos muestra como estas personas entrevistabas desde su
experiencia afirman que esos modelos que aparecían en las revistas eran
seguidos por esas mujeres, aunque estas tendrían que hacen un mayor esfuerzo
para obtener ese vestuario; pero también vemos como para esas mujeres de dichas
publicidades, esos vestidos eran utilizados en la cotidianidad, caso contrario
a las mujeres entrevistabas, quienes vestían estas prendas solo en ocasiones
especiales.
La moda imponía a las mujeres para cada ocasión y circunstancia un
vestido que la representaba pero esos
trajes debían ser combinados con la belleza femenina, las posturas adecuadas,
expresiones inteligentes, evitando los nervios y las posturas fijas, viéndose
naturales, inteligentes y bonitas, ya que las labores domésticas aunque debían
seguir siendo realizadas por las mujeres de la casa–, no debían verse
reflejadas en la vestimenta ni en sus rostros, porque la idea de un mundo
artificial en el que no existía el trabajo sino solo el ocio, debía ser
conservado por todas las mujeres así éstas no vivieran esa realidad.
La iglesia era un gran opositor y tenía un gran poder de influencia
sobre la moda femenina; la dictadura de
la iglesia era severa y para asistir a las ceremonias religiosas las mujeres
debían llevar velo y no podían usar mangas, ni faldas cortas, que se vieran
vulgares y mostraran una actitud negativa ante la sociedad.
Al hablar de vestuario, no solo se habla de prendas de vestir, sino de estos
conceptos que tocan el trasfondo de la personalidad de quien lo usa, y
circunstancias que muchas veces no tienen que ver con esas mismas prendas, pero
donde se pueden identificar un sinfín de sensaciones y una serie de costumbres
de aquellas mujeres que vivieron la época de 1950 en Medellín. Repasar la cultura del vestuario en Colombia,
es conocer la historia desde, la economía, la geografía, las ciencias, la
música, el arte y con este el diseño,
desde donde el vestuario es un referente y un punto de partida para el diseño
de productos y servicios.
Referencias
·
Domínguez R. (2004). Vestido, ostentación y cuerpos en Medellín
1900-1930. Medellín: 228 p.
·
Franco, J. (2004). Los abuelos cuentan: memorias
del festival del recuerdo. Comfama. Medellín. 398 p.
·
González. C. (2011). Documento en gris de tesis de
grado para optar al título de historiadora del arte “Los ideales de la mujer a
través de la imagen publicitaria de la Revista Cromos”. Medellín.
· Rodríguez, M. (2005). Introducción general a los
estudios iconográficos y su metodología.
19p.
· Rodríguez, P. (1996). Una nueva manera de hacer
historia: Retratos de familia, imágenes visuales del entramado social. Revista Credencial Historia, 3.15.
·
Velásquez, M.
(1995). Las mujeres en la historia de Colombia, Santa fe de Bogotá. 135p.
[1] Esta investigación fue realizada durante un año y
medio al interior del semillero Objeto y memoria del programa de Diseño
Industrial de la Universidad de San Buenaventura, Medellín. La estudiante
realizó este proyecto de investigación como trabajo de grado bajo la asesoría de Juliana Cuervo,
docente de la Universidad de San Buenaventura, Medellín. Durante el proceso participó en
dos eventos académicos: el concurso de proyectos de Investigación organizado
por la Red Colombiana de Semilleros de Investigación, REDCOLSI (evento en el
cual pasó a la segunda fase a nivel nacional) Mayo 2, 3 y 4 de 2013, Medellín –
Antioquia, con la ponencia “Nuestra segunda piel, aspectos funcionales y
simbólicos del vestuario y sus accesorios ‘cotidianos e ideales’, fiel reflejo del tiempo en que vivimos”.
Y el Seminario internacional de investigación en Diseño, 4SID, Octubre 3, 4 y 5
de 2012, Villa de Leyva - Boyacá, evento en el cual expuso su experiencia
formativa en el semillero con la temática; Semillero Objeto y Memoria. http://www.uptc.edu.co/eventos/2012/siidv/memoria/sid.swf.
[2] Esta técnica busca revivir los recuerdos de las
mujeres que pertenecieron a esta época sobre sus propias vivencias; haciendo
uso de imágenes publicitarias o de sus propios álbumes familiares los cuales
servirán como “activadores de la memoria”. La imagen es un valioso recurso en
esta investigación.
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