Resumen[1]
Este artículo presenta los resultados de una investigación realizada sobre los mitos y creencias alimentarias deestudiantes mayores de 10 años del Colegio Universidad Pontificia Bolivariana., El estudioutilizótécnicas de investigación cualitativa, apoyándose en particular en la realización de grupos focales. El trabajo El trabajo arrojó como resultado que los estudiantes manifestaran que la los alimentos consumidos en el colegio soncomida “chatarra” reconocidos como alimentos no saludables. Esta concepciónevidenciapercepcionessobre una alimentación sana, que está relacionada con el concepto de equilibrio en la misma.El artículo discute ideas tradicionales acerca de los alimentos, algunas de las cuales son estereotipos sobre los hábitos de vida saludable, no necesariamente sobre conocimientos estructurados.Lainvestigación al rastrear estas creencias encontró que en su mayoría son infundadas, tienen origen, en influencias sociales, familiares y de medios de comunicación y publicidad.
Palabras Clave: creencia, mito, alimentación saludable, alimentación no saludable, cultura, comida chatarra, comida grasosa, frutas
Artículo Recibido: Noviembre 2012 Artículo Aceptado: Junio 2013
Paula Andrea Cardona Parra
Trabajo Social, estudiante de último
semestre
Universidad Pontificia Bolivariana de
Medellín
Myths and alimentary beliefs by
students older than 10 years in the high school Universidad Pontificia
Bolivariana, Medellín (Colombia)
Abstract
This article presents the results obtained from a research about students’
feeding myths and believes, who were over 10 years from “Colegio Universidad
Pontificia Bolivariana”. The study used qualitative research techniques,
supported by focal groups. The result got was that students expressed that the
food consumed in the school was “junk food”, recognized as non-healthy. This
conception shows perceptions about healthy nutrition, which is related with a
balanced one. This article argues traditional ideas about food, some of them
are stereotypes about healthy life habits, not necessarily about structured
knowledge. The research tracked these believes and found that most of them are
unfounded, there are originated from social, family, media and publicity
influences.
Key words: believing, myth, healthy food, non-healthy food, culture, junk food,
greasy food, fruits.
La comida es un mundo, que nuestra madre nos
muestra en nuestros primeros siete años de nuestra vida, por tal motivo tenemos
miedo de comer algo que este aparte de nuestro mundo.
Memo Ánjel
Introducción.
Este
artículo presenta los resultados de una investigación realizada sobre los mitos y creencias alimentarias de los
estudiantes mayores de 10 años, de los grados sexto, séptimo, octavo, noveno,
décimo y undécimo del Colegio Universidad Pontificia Bolivariana. En concordancia
con el trabajo de campo de la metodología cualitativa, establecida dentro de la
investigaciónse realizaron seis grupos focalesentre estudiantes de bachillerato
del colegio UPB, sede Medellín, conformados por diez estudiantes cada uno, en
los que se plantearon temas sobre la
percepción acerca de la alimentación dentro del espacio académico. Allí fueron
identificadas diferentesdescripciones acerca de las creencias y mitosalimentariosreferidos a las
tradiciones en la preparación y consumo de los alimentos, además de las propiedades que se le otorgan. Esta
indagación permitió identificar aquellos
alimentos que rechazo por parte de los estudiantes, y aquellas consideraciones
de la alimentación como saludable, representada en el consumo de ciertos alimentos y la
privación de otros.
En el
estudio desarrollado los
estudiantes manifestaron que la comida
“chatarra”[2]es
decir, aquella cuya preparación utiliza grasa, constituye un alimento no saludable, aunque da lugar a la
sensación de saciedad. Por otro lado la percepción de una alimentación sana,se relaciona con el concepto del equilibrio en la
misma; se expresaron creencias en términos de los
momentos apropiados para comer ciertos alimentos y los horarios para ingerir
las comidas y cómo esto, a juicio delos participantes, incide en que los
alimentos sean o no adecuados para la salud.
De la misma
manera, estas creencias en su mayoría son infundadas, pueden tener origen
en tradiciones para preparar los
aliméntenos en sus contextos culturales, en influencias sociales, familiares y de medios
de comunicación y publicidad. Algunas de
ellas son aventuradas, sin que existan criterios científicos, que permitan hacerlas demostrables.
Ahora bien,
este artículo presenta tres segmentos que abordan los temas mencionados,
teniendo como hilo conductor la definición los conceptos creencia y mito. El
primer segmento trata de conceptualizar los términos creencia y mito
evidenciando las diferencias existentes entre ambos y el objetivo de
identificarlos. El segundo segmento
narra los mitos y creencias que
surgieron como resultado de los grupos focales realizados con los estudiantes y
además son contrastados con los argumentos nutricionales consultados con un
experto en la materia. Para terminar, el tercer segmento evidencia lo que otras
investigaciones, realizadas en contextos semejantes, han encontrado y ademas
realiza una reflexión sobre las concepciones actuales que se tienen sobre estos
temas.
Las creencias y los mitos
En primera instancia se pretende
definir desde diferentes autores, los
términos creencia y mito desde el sentido de la alimentación saludable o sana,
entendiendo que cada uno de estos términos son complementarios y derivados. El
mito y la creencia son dos conceptos que ilustran la cultura, las tradiciones y
la historia. Es así como se evoca,
desde tiempos pasados al mito como algo “extrahumano”. Por ejemplo
Leopoldo Müllerhabla
del mito de la siguiente manera:
“El término mito, tomado del griego mytos, en la época de Homero era la
palabra opuesta a “logos”, en el sentido de que ésta última puede demostrar su
validez y su verdad, mientras que mito se refiere a eventos
"extrahumanos", que no pueden ser explicados por la experiencia del
hombre”. (Müller, 2002.p.1)
La creencia por
su parte, está dada por el efecto de creer, es así como es caracterizado en el
capítulo veintidós del libro Desarrollo
profesional del docente. Política, investigación y práctica: “Creer quiere
decir lo opuesto a saber, en el sentido de que no se está seguro de algo que se
tiene por verdadero.” (Sola, 1990. p. 663) En conclusión, el mito será entendido como la postura de
origen fantasioso frente a la interpretación de
una situación que se convierte en
tradición y la creencia es aquello que
se concibe como verdad a aunque no se tenga la certeza de que lo sea y que se
practica como tal.
Ahora bien los
mitos y las creencias alimentarias tienen un matiz originado por una
preocupación latente por el cuidado del cuerpo. A esto se refiere Francisco
Grande Covián cuando en uno de sus libros infiere que:
“La sociedad actual muestra un interés creciente
por los problemas de la nutrición y la alimentación del hombre, motivado por el
deseo de disfrutar de una vida larga y sana, así como de un cuerpo esbelto;
desgraciadamente el interés por este tema se acompaña de gran proliferación de
recomendaciones dietéticas basadas en mitos y creencias irracionales, con
completo olvido de los principios establecidos por el estudio científico de la
nutrición, y en no pocos casos en flagrante contradicción con los conocimientos
generalmente aceptados y sólidamente documentados que actualmente
poseemos”(citado en: Castilloy otros, 2001. p. 346).
Como
consecuencia de estos mitos y creencias, aparecen los factores que influencian a los seres humanos las representaciones
que hacen de la comida y su
consecuencias en su cuerpo, como infiere
el experto en nutrición Luis Felipe Giraldo:
“uno es lo que se come, si ese alimento es saludable, la persona siente
que lo es y así se visualiza” ( Giraldo, comunicación personal, Junio 12, 2012),de tal forma que el hombre se
alimenta de lo que el medio le permite ver como saludable y siente que su
cuerpo corresponde a esa salud que el alimento le provee.
Ahora bien los mitos y las creencias en la alimentación están dotados,
entonces, de un sin número de imaginarios, es decir, que están constituidos por
versiones variadas de cómo alimentarse.
Si bien es cierto que son tradiciones históricas y dogmas atribuidos a
algunos alimentos, estos son fundados en el entorno próximo del sujeto -en su contexto-,
así como es expresado en la tesis de Gudrid Jiménez:
“Las
creencias y hábitos alimentarios de una cultura se van trasmitiendo de una
generación a otra por instituciones como la familia, la escuela y la iglesia; y
las practicas alimentarias originadas en estos diferentes grupos pueden
satisfacer, en alguna medida las necesidades biológicas” (Jiménez, 1997, p. 9)
Las creencias alimentarias son los arraigos en el comer, que son
considerados cotidianamente en una región o comunidad.Al respecto de
cultura alimentaria la autora María
Eugenia Romo cita a Oresthe Plath afirmando que:
“Cada grupo
tiende a considerar sus costumbres de alimentación como normales y naturales, y
en realidad esas costumbres están profundamente arraigadas en la cultura
regional o nacional. Se puede afirmar que ninguna acción que se afronte en
relación con la alimentación del pueblo va a lograr su comunicación sin haber
tomado en cuenta esa urdiembre que son las creencias y los hábitos.” (Citado en
Romo, 2005. p. 65).
Esa urdimbre es lo que le da al ser humano la posibilidad de preferir y
de dar continuidad a lo que le fue enseñado en su comunidad.
Es posible definir numerosas
categorías por las cuales se caracterizan la alimentación y los alimentos. Una
de estas categorías hace referencia a lo
saludable que aparece como un concepto que radicaliza y clasifica los
alimentos. Este término –lo saludable.-fue definido por especialistas en
nutrición y endocrinología de España, de esta forma:
“La
alimentación saludable es aquella que permite el mantenimiento y la salud, la
actividad y creatividad del adulto, la supervivencia y comodidad del anciano y
el crecimiento y desarrollo del niño; favoreciendo y manteniendo el buen estado
de salud disminuyendo el padecer enfermedades relacionadas por un régimen
alimenticio. Además la alimentación saludable debe garantizar el acceso a todos
los grupos alimenticios y debe cumplir con los requerimientos de nutrientes
necesarios para cada individuo”.(Calañas-Continente y otros. 2006.p. 8)
La alimentación difiere y se acepta según la comunidad, las conductas,
los arraigos y la cultura, pero también de la disponibilidad de los productos.
En este sentido José Guillermo Ánjel, señala: “Comemos de lo que no podemos
fabricar, (nace de la tierra), aquello de lo que disponemos en nuestro ambiente
y de lo que tenemos en el momento.” (Ánjel, 2012, paper)
Ahora bien, Colombia -un país de
alta biodiversidad alimentaria (gracias a su ubicación geográfica y a la
variedad de climas, con grandes extensiones de producción y fabricación de
alimentos)- denota poca tradición alimentaria, en el sentido de que no se han
desarrollado procesos intencionados de continuidad en torno a las costumbres y
usos alimentarios del piso. Esto marca una diferencia con otras tradiciones,
como la China, en donde -por ejemplo- a pesar de que su tierra produce
alimentos según cada estación climática, su población es altamente organizada y
rigurosa con la tradición alimentaria, procurando siempre una vida saludable a
partir de la nutrición, y la combinación de distintos alimentos (China ABC, 2012.p.1)
Basados en la investigación: El significado del saber popular en la
alimentación en un grupo de nutricionistas dietistas¸ la cual caracteriza
el saber popular en torno a la alimentación con relación a las creencias de las
comunidades. Se define el saber popular
como:
“…Un conocimiento
empírico, se construye en la cotidianidad, como respuesta a las necesidades del
diario vivir, como acciones que les funcionan a las personas; por eso ellos afirman
que el saber popular es como una teoría para las comunidades” (Arboleda, 2007,
p.53)
El saber popular que sustenta los hábitos cotidianos en lo alimentario se
convierte en una fuerte posición, que dificulta la labor de los profesionales del área de la nutrición, cuando
tratan de explicar o aclarar los errores en los que se incurre a este respecto (alimentación) en un grupo social cualquiera. Sin embargo
la investigación, hace hincapié en la
necesidad de facilitar que“Considera que
a las comunidades hay que instruirlas, que su deber como profesionales es
sacarlas de los errores pues no es éticodejarlas con sus creencias que no
tienen explicación lógicay científica” (Arboleda, 2007).
Recapitulando: los mitos y creencias alimentarias, son elementos que
articulados como influencia, dan lugar a
la capacidad del hombre para decidir de
qué productos alimentarse, además debe entenderse que existe una tradición
construida en un contexto social permeable a diversas influencias. Los jóvenes,
como parte de la sociedad , están supeditados a las concepciones propias que
ellos construyan, las mismas que darán lugar a lo que se conservará en el
futuro próximo. Este artículo, presenta mitos y creencias que configuran
los hábitos alimentarios de los estudiantes mayores de 10 años del Colegio Universidad Pontificia
Bolivariana (UPB).
Mitos y creencias de los estudiantes del Colegio Universidad Pontificia
Bolivariana (UPB)
Tal como se
ha venido planteando, los mitos entorno a la alimentación,sonun entramado de
dogmas, percepciones, tradiciones y representaciones sociales asociadas a la
historia. En este sentido Castillo y otros afirman que
“El mito
alimentario se presenta muchas veces como resto de un pasado de ignorancia,
pero también es debido a creencias erróneas fomentadas por intereses
comerciales, económicos y por una publicidad tendenciosa. La población está
bombardeada por toda clase de opiniones infundadas y contradictorias y se
encuentra en un lamentable estado de confusión, que le impide distinguir la
realidad de la fantasía” (Castillo y otros, 2001, p.346)
La
alimentación saludable está definida en términos del consumo de alimentos
de diferentes grupos nutricionales (formadores, energéticos
y reguladores),lo que favorece la posibilidad de una dieta equilibradaesto lo
explica el artículo Bases científicas de una alimentación saludable cuando
define las características de una alimentación saludable:
“a) Ser variada: No existe ningún alimento que
contenga todos los nutrientes esenciales, de ahí la necesidad de un aporte
diario y variado de todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas
para cubrir las necesidades fisiológicas de nuestro organismo. La diversidad de alimentos puede compensar la
insuficiencia de un nutriente concreto por el aporte del mismo en otro de los
alimentos de nuestra dieta. Asimismo, puede disminuir el impacto de componentes
tóxicos que, de manera natural o artificial, estén presentes en un alimento.
b) Ser equilibrada y adecuada: Las proporciones de
los alimentos elegidos deben modificarse para favorecer la variedad alimentaria
de modo que la alimentación responda a las necesidades nutricionales de
cada persona con sus características y
circunstancias particulares.
c) Ser
saludable: La alimentación sana incluye los conceptos de variedad, equilibrio y
adecuación junto con las características de un estilo de vida saludable” (Calañas-Continente y otros. 2006).
Paralelamente debe entenderse también, que cada grupo etario tiene diferentes
necesidades nutricionales para cumplir con un gasto energético diario,
dependiendo de sus actividades cotidianas, la disponibilidad y accesibilidad a
los alimentos, y de igual manera, el uso
del tiempo y las condiciones que generan
los diferentes ambientes: deportivo,
académico, familiar entre otros, así como lo afirma la FAO en su libroEducación y alimentación para la enseñanza
básica: “las necesidades
nutricionales son las cantidades de energía y nutrientes esenciales que cada
persona requiere para lograr que su organismo se mantenga sano y pueda
desarrollar sus variadas y complejas funciones”. Es así como, los profesionales
del área nutricional, construyen unas metas nutricionales acorde a las características corporales, ambientales
y sociales en las que se desarrollan los estudiantes.
En el estudio que aquí se presenta se tomaron informaciones de estudiantes
que participaron en los grupos focales, los cuales tienen las siguientes
características: hombres y mujeres de las jornadas académicas de la mañana y de
la tarde, cuyas edades oscilan entre los 10 y 19 años de edad, pertenecientes
al colegio Universidad Pontificia Bolivariana, institución que educa a niños y
jóvenes de clase media alta. En los
grupos focales realizados se trataron
temas alusivos a la alimentación en el ambiente académico, encontrando lo que
se describirá en las siguientes a continuación.
Entre los estudiantes, es posible encontrar creencias entorno a la
alimentación,y al aporte nutricional de la misma, de manera tal que categorizan los alimentos como elementos que
pueden ser aceptados o rechazados comparte dela dita diaria.En
este orden de ideas los estudiantes
durante los conversatorios de los grupos focales, señalan que
las comidas rápidas que ellos denominan chatarra, son alimentos con mínimo
aporte nutricional que no garantizan una adecuada nutrición:
“… me parece que uno en bachillerato se alimenta muy
mal, más que todo en el colegio, porque uno come como mucha comida chatarra,
que los pasteles de pollo, el mecato*, entonces uno no come un algo realmente
nutritivo” (Grupo Focal 6; 10°-11°
-mujeres-jornada de la tarde, 29 de marzo)
Esta opinión se encuentra corroborada por el experto en nutrición de la Universidad de
Antioquia Luis Felipe Giraldo Londoño:
“Se denomina comida “
chatarra” a aquellos alimentos con poco
valor nutritivo y con un alto poder energético, ricos en grasa, sal, condimento
y azucares; y entre los cuales pueden incluirse a concepto independiente,
comidas como las hamburguesas, las salchipapas, los perros calientes, las
empanadas, los palitos de queso, entre otros” (Giraldo, comunicación
personal, Junio 12, 2012)
Por otro lado, en los testimonios también se alude el tema de las frutas,
como alimentos saludables
“uno se come la fruta porque ese es un alimento
que verdaderamente nos aporta” (Grupo Focal 1:
6°-7° -hombres- jornada de la mañana, 26 de marzo).
Esta percepción se ve reafirmada por planteamientos como el que señala,
el papel de las frutas en la alimentación aportando alto poder vitamínico y con
gran contenido de agua, lo que favorece el funcionamiento del metabolismo del
cuerpo” (Giraldo, comunicación personal, Junio 12, 2012). Podría decirse que en efecto son saludables, pero no se puede olvidar
que es el equilibrio entre todos los grupos de alimentos, lo que hace que se tenga
una alimentación saludable.
Asimismo, algunos estudiantes se refieren a que
alimentos de alto consumo como las
empanadas, al resultar bastante grasosas, son un alimento no saludable, así lo
describe un estudiante:
“Por ejemplo usted coge una
empanada y uno la voltea y empieza a chorrear toda la grasa,” (Grupo Focal 2; 8°-9° -hombres- jornada de la mañana;
26 de marzo).
Estos productos se consideran como elementos que calman el hambre y suplen otras comidas. Los estudiantes lo
justifican de este modo:
“…Uno en el descanso se come
el grasero de las salchipapas, las salsas, creyendo que eso puede satisfacer lo
que no se comió en todo un día” (Grupo Focal 6: 10°- 11° jornada
de la tarde pm; 29 de marzo).
Un tema reiterativo en los
alumnos es la presencia de grasa excesiva en los alimentos
“yo me comí una empanda con tocineta, uno le ve la
grasa y el gordo ahí, pero sin nada de carne y con más queso”. (Grupo Focal 6: 10°- 11° -mujeres- jornada de la
tarde, 29 de marzo).
Las descripciones en torno a la
calidad de grasosas de algunas comidas, tienen un tono despectivo de las propiedades nutricionales de estos
alimentos y se acercan a la perspectiva
de considerarlos no saludables, aunque no tienen un argumento posicionado
científicamente para definir la grasa
como un compuesto con características no saludables.
Paradójicamente respecto al tema de las grasas Isaac Amigo Vásquez afirma en su artículo “Creencias sobre las estrategias para el
control del peso”, que un número significativo de estudiantes de primer semestre de
distintas facultades de la Universidad de Oviedo en Asturias España, cree que:
“… las grasas son
perjudiciales para la salud, siendo esta
consideración especialmente grave, ya que es de sobra reconocido que las
grasas son, en la proporción adecuada, un nutriente básico e imprescindible, al
margen del tipo de alimentos concretos de los que provengan” (Amigo y otros 2005, 420)
Una opinión similar frente a que tienen
frente a la comida grasosa se plantea
entre los estudiantes al referirse al mecato,
que puede ser definido como el conjunto de “Alimentos producidos en fábricas y
que son de alto potencial calórico, entre ellos están los dulces de diferentes
sabores, las frituras, las gaseosas entre otras (Giraldo,
comunicación personal, Junio 12, 2012). Una de las lecturas de que los estudiantes tienen
frente al mecato y a la comida chatarra es la siguiente:
“Uno en bachillerato se alimenta
muy mal en el colegio, porque uno come
como mucha comida chatarra. No se come un algo realmente nutritivo…es una
alimentación poco provechosa,porque es a
base de todos los mecatos que se compran en la tienda (Grupo Focal
6: 10°- 11° -mujeres- jornada de la tarde 29 de marzo).
El consumo de lípidos (grasas)
de este tipo de comidas es considerado por los estudiantes como nocivo para la
salud .
Además los estudiantes plantean que el papel de la institución educativa, en el
desarrollo de los hábitos alimentarios debe ser tal que permita que las
personas adquieran costumbres saludables
a través de diferentes estrategias informativas y formativas. En este sentido
existe la creencia en la necesidad de
fortalecer la conciencia y mejorar la
información que permita alos jóvenes
asumir costumbres alimentarias
más sanas. Así fue planteado por varios estudiantes,
“Uno también podría promover,por ejemplo con relación a
lo grasoso no se le echara salsa”… se
trata de tomar conciencia de que la
comida suelta mucha grasa,si no se tiene conciencia la gente se va a engordar
más y va a consumir más de todo eso,
pero si usted tiene conciencia, puede consumir más sano y se puede cuidar más. (Grupo Focal 6: 10°- 11° -mujeres- jornada de la
tarde, 29 de marzo).
La preocupación por el tema del
sobrepeso y lo relacionado con la alimentación cobra vigencia en Colombia tal y
como lo mostró el periódico El Tiempoen el informe Colombia
se está engordando, que entre otras cosas refiere:
“Colombia es uno de esos países que preocupa. De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Situación Nutricional 2005, del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, el exceso de peso afecta a la mitad de los
adultos entre 18 y 64 años (39,9 por ciento de los hombres y 49,6 por ciento de
las mujeres). Además, el 10,3 por ciento de los niños y los adolescentes de 10
a 17 años están excedidos en su peso” (Eltiempo.com, 2006, Agosto 2)
Sin embargo la preocupación
por el sobrepeso a pesar de ser un
problema de salud pública, se ve relacionada de forma más inmediata con el tema
estético. De este modo el informeantes citado Colombia se está engordando afirma:
“A pesar de las cifras alarmantes, advierte Hernán
Yupanqui, presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, la obesidad no
está catalogada como un problema de salud pública… Lo que en realidad ocurre,
es que las aseguradoras clasifican el exceso de peso como un asunto estético,
que solo debe ser tratado cuando está asociado a otra enfermedad o a sus
complicaciones, y en casos excepcionales.” (Eltiempo.com, 2006)
Con estas cifras, la inquietud por el sobrepeso y sus consecuencias, han logrado que instituciones de salud, como por Ejemplo la
Nueva EPS, realicen campañas de
promoción y prevención Tal como se expresa en el siguiente texto :
“NUEVA EPS, entendiendo su
papel como aseguradora del riesgo, ha diseñado programas para la intervención
temprana de factores como obesidad, prevención secundaria en hipertensión y
diabetes, que permitieron la identificación de 359.136 pacientes hipertensos y
96.164 pacientes diabéticos, al igual que 90.261 pacientes con diagnóstico de
enfermedad renal.” (Nueva EPS, 2012, Septiembre 13)
Debe entenderse entonces que el problema del exceso de peso en la
sociedad, trae como consecuencia, riesgos de deterioro dela salud en general y la estigmatización social que los paradigmas
estéticos contemporáneos alientan frente a la obesidad
Las enfermedades que surgen por el exceso de peso en los jóvenes, son de
especial cuidado, por lo que es inaplazable que frente al sobrepeso seaplique un tratamiento médico. Ahora bien,
según Eliana Silvestri y otros, el tratamiento no solo debe basarse en la
restricción en la alimentación y el aumento de la actividad física, debe tenerse en cuenta
otras variables para que la alimentación saludable se mantenga en el tiempo,
por ejemplo, el apoyo de la red familiar y social. (Silvestri y otros, 2005. p.
2.)
Los actuales paradigmas estéticos frente ala belleza física , pone en jaque las comunidades educativas y las familias, la presión social por las medidas perfectas,
pone en riesgo la salud mental de los
jóvenes, quienes adoptan prácticas, de
difícil identificación y tratamiento que caracterizan los trastornos alimenticios.
En buena medida los mitos y creencias en torno a la alimentación se entrelazan con el problema del sobrepeso
tal como se presenta en el texto citado a continuación :
“Que el exceso de peso sea la mayor preocupación nutricional y ocupe
casi la totalidad de la mitología alimentaria no es de extrañar, pues las
abundantes alteraciones patológicas derivadas de la misma, que van desde la
hipertensión arterial a la insuficiencia venosa periférica, son motivo de
consultas médicas repetidas que suelen finalizar con la recomendación de perder
peso; a ello se suma la presión social por los ideales estéticos prevalentes.”
(Castillo y otros, 2001)
Los alumnos plantearon algunas creencias sustentadas en que la cantidad de alimentos ingeridos, la calidad en la preparación y el horario establecido
para su consumo, pueden estar asociados
al sobrepeso; señalaron alimentos no
aptos para el consumo porque inciden en
el aumento excesivo del peso corporal o
afectan la salud. Así lo expresan
Si quieresestar flaca, tienes que comer esto o aquello y ya, vos crees que eso
te va hacer flaca y comer otra cosate va
hacer daño. Porque uno ve por ejemplo que hay gente que come un poquito de
todo, tiene un equilibrio, nunca va les va caer mal una ensalada, tampoco la
hamburguesa. Uno se mortifica, porque se va a engordar, si lo que uno se comeno lo puedo compensar con ejercicio,". (GF 4: 8°-9° pm; 29 de marzo). (Se percibe
también la postura de considerar sana aquella dieta que es equilibrada).
Otra de las creencias alude al tema de la incompatibilidad entre los
alimentos y el orden en el período para ingerirlos. Creencias que son difíciles de desmentir, ya que las
investigaciones sobre este tema en específico no están suficientemente
desarrolladas.De esta manera Castillo y otros
afirman que:
“Es tal la variedad de
alimentos y sus mezclas que las investigaciones de las interacciones de los
nutrientes, suponen técnicas tan sofisticadas y costosas, que los estudios
científicos sobre el tema son limitados (Castillo y
otros, 2001).
Por otro lado, existen entre los estudiantes algunas creencias respecto al
papel que juega el momento en el cual se
consumen algunos alimentos,para que se constituyan como elementos saludables en la dieta. Para muestra esta percepción de uno de los jóvenes:
“por ejemplo en mi casa lo sábados y domingos
antes de salir uno se come la fruta porque ese es el momento en que la fruta
verdaderamente nos aporta (Grupo Focal 1: 6°-7°-hombre-
jornada de la mañana, 26 de marzo).
Otros estudiantes señalan:
Yo he visto que
comer a deshoras eso es malo, pues eso engorda porque no se digiere bien, porque eso es acostumbrar al cuerpo (Grupo Focal 1: 6°-7°-hombres- jornada de la mañana 26
de marzo)
Hay que hacer como una rutina. Y además hay que
desayunar porque mi mamá me dice que si usted desayuna muy junto con el
almuerzo, no le alimenta. (Grupo Focal 4: 8°-9°-hombres-
jornada de la mañana, 29 de marzo).
Los estudiantes identifican la importancia de las creencias en la configuración
de una postura o actitud frente a los alimentos, así lo refieren:
Para mí que es la mentalidad de cada uno, porque uno
se crea una imagen de los vegetales y de las frutas, porque lo que escucha de otras
personas, pero uno no puede dar una opinión de algo que no ha probado y que no sabe
cómo es, entonces uno se crea esa opinión y eso es lo que hace que a usted le sepa
maluco. (Grupo Focal 4: 8°-9° -mujeres-
jornada de la tarde, 29 de marzo)
La presión social de los pares también se constituye en factor incidente
en los hábitos de alimentación y las creencias en torno a los alimentos tal
como lo señalan los estudiantes
En el colegio están los amigos que le dicen vea coma
Panzerotti que es muy bueno y échele salsa que sabe mejor y échele los Tostacos
que sabe todavía mejor y ese exceso de grasa es malo para las venas (Grupo Focal 4: 8°-9°-mujeres- jornada de la tarde 29
de marzo)
Otros estudiantes están de acuerdo en afirmar que:
En este grado, (8-9) somos adolescentes, entonces
llega la idea de que no puedo subir de peso o el estado físico es importante.
Se ponen a hacer dietas y esas dietas muchas veces son muy pesadas, entonces
dejan de comer muchas cosas importantes para el crecimiento. (Grupo Focal 4: 8°-9°-mujeres- jornada de la tarde,
29 de marzo)
Con respecto al tema de la publicidad, elemento igualmente relevante
dentro de los testimonios. Moreno Suescun, afirma que:
“La publicidad con su
permanente exposición de cuerpos esbeltos, bellos, musculosos, ligados a
ciertos alimentos concretos, ha impuesto un modelo en el que es neurótica la
obesidad y crea un terreno propicio, para la proliferación de creencias
irracionales sobre regímenes y alimentos con efectos mágicos para conseguir el
estado ideal al que se aspira (citado por: Castillo y otros, 2005: 347)
Ahora
bien, los y las docentes de la institución educativa, que también participaron
de los grupos focales, han señalado como los medios de comunicación masiva han
transmitido unos ideales de belleza específicos, que pueden entrar en
contradicción con sus necesidades nutricionales y ser perjudiciales para su
salud. Así lo plantean:
Es indudable que estamos en
una sociedad de la imagen, los muchachos y las niñas quieren ser imagen,
quieren ser figura y eso implica ser delgado, por lo tanto o no ingieren alimentos
o ingieren pocos, que normalmente son poco nutritivos. A ellos les trama mucho
la imagen de un jugador de futbol, de un jugador de tenis que sale por la
televisión, por internet (los modelos) y que sale con la gaseosa en la mano o
que sale con las papitas en las mano o que sale con la hamburguesa(Docentes Química y Ciencias Naturales,jornada
de la mañana, 29 de marzo).
La
búsqueda de estos ideales se traduce en realizar dietas, las cuales están
constituidas por la restricción de algunos alimentos de la dieta normal
requerida por las necesidades de cada estudiante.
Estos
testimonios dieron lugar a concluir que la alimentación de los estudiantes, está
influenciada por la tradición
alimentaria, que está compuesta de mitos
y creencias fundadas por el saber popular; y que en mayor medida, construyen
una imagen corporal permeada por la publicidad y las atribuciones que sus pares
tienen sobre los alimentos. En este sentido lo que alimentos que se consumen
entre los estudiantes, tiene el atributo de ser saludables o no saludables, por
el supuesto de que a medida que el alimento contenga más grasa es menos
saludable y que el consumo de frutas, es lo único que consideran como saludable
dentro de su dieta en el periodo académico.
Ahora
bien, en el siguiente apartado se encontrara la dialéctica que se presenta
frente a los mitos, las creencias y la alimentación saludable, en comparación
con otras investigaciones realizadas en el mismo contexto. De esta forma se
entenderán los conceptos de otras tradiciones alimentarias en las diferencias y
semejanzas que se puedan encontrar.
Reflexión de los mitos y creencias alimentarias.
Considerando que la alimentación es una hecho
social, que está cargado de interacciones y contextos, pues como lo expresa
Jesús Contreras: “la comida no es, y nunca lo ha sido una mera actividad
biológica. La comida es algo más que una mera colección de nutrientes elegido
de acuerdo a una racionalidad estrictamente dietética o biológica” (Contreras,
1995: 11).
Teniendo en cuenta además que el hecho mismo de alimentarse guarda relación
con una selección de productos que está
articuladaa los recursos que predominan en una comunidad específica, tal como lo refiere una investigación realizada en
Medellín:
“La biología actúa como un
imperativo —hay que alimentarse—, pero la manera y el tipo de alimentos los
define la cultura o los determina la sociedad. Ambos, cultura y orden social,
están relacionados y fuertemente influenciados por condiciones económicas,
sociales y ambientales. En este sentido, lo que se come depende, en primer
término, de lo que el medio produce y de la capacidad de acceso económico a dichos
bienes, pero en un segundo momento depende más del orden social y de la
cultura” (Uribe, 2006. p. 228)
Son múltiples los factores que influencian
las concepciones de lo que se cree y mitifica de la alimentación en las diferentes
culturas. Las investigaciones que se realizan sobre estas temáticas permiten
encontrar precisiones y diferencias significativas en el conocimiento de la
tradición alimentaria.
Es el caso del artículo resultado de una
investigación realizada en Medellín: Las
prácticas alimentarias relacionadas con la búsqueda del ideal corporal. El
caso de la ciudad de Medellín, el cual señala la comida rápida como la variación más
importante –en el patrimonio alimentario-de nuestra juventud
“La denominada comida rápida
es sin duda la variación más importante, introducida principalmente en la dieta
de jóvenes y adolescentes, aunque existen variaciones importantes por clase
social en cuanto a la utilización de este tipo de comida. Es posible pensar que
los estratos sociales de menores ingresos tienen menos posibilidades de asumir
estas transformaciones alimentarias y están menos propensos a sus efectos
negativos, si se tiene en cuenta que a la dieta alimentaria, basada en esta comida rápida, se le atribuyen altos
riesgos de producir obesidad.” (Uribe, 2006. p. 229)
Existe coincidencia entre el hallazgo de este
estudio y las múltiples referencias a las creencias acerca del vinculo entre el
“mecato y la comida chatarra” y el sobrepeso que expresaron los jóvenes
estudiados
Por otra parte la grasa, que es otro elemento
que para los estudiantes se categoriza como no saludable y que atenta contra su
imagen corporal, es también un elemento imperante en los jóvenes de Medellín de
manera general. En este sentido el artículo sobre las prácticas
alimentariasinfiere que es una concepción homogénea, la del rechazo de la grasa
en la alimentación:
“Las influencias homogeneizadoras que se
comparten entre las jóvenes de distintas clases sociales se relacionan con los
posibles efectos de la alimentación sobre la imagen corporal, y por supuesto,
con los significados asignados a determinados alimentos: el rechazo a las
grasas podría pensarse que es prácticamente general entre las jóvenes de la
ciudad.” (Uribe, 2006. p. 236)
Esto ha creado un concepto, construido por las
diferentes opiniones que los estudiantes tienen sobre los alimentos y
compartido por las personas de la generación joven gestándose “ la construcción
de estereotipos sobre la alimentación adecuada que marcan significativamente
la percepción de la realidad alimentaria” (Uribe, 2006. p. 236)
Con respecto a la alimentación saludable, que es
para los estudiantes, - explícitamente indicado por ellos- la inclusión de frutas y verduras dentro de sus hábitos
alimentarios, se encontró coincidencia
con el articulo ya nombrado (Las
prácticas alimentarias relacionadas con la búsqueda del ideal corporal. El
caso de la ciudad de Medellín) el cual alude al tema:
“El gusto por alimentos como las legumbres y
frutas y el disgusto por otros como la carne de cerdo son producto de dicha
amalgama. De esta mezcla salen nuevas significaciones: las frutas y legumbres
se valoran como saludables, mientras que la carne de cerdo se considera como
grasosa, engordadora y poco saludable” (Uribe, 2006. p. 241)
Por otro lado,también se encontraron coincidencias con un
artículo escrito para la Revista Médica Chilena, que plantea que los alimentos con bajo nivel
nutricional, son una fuente significativa de problemas para la salud pública,
se señala a las golosinas-“alimentos
industriales, nutricionalmente desbalanceados y con un alto contenido de
hidratos de carbono, grasas o sal”- (Jackson y otros, 2004. p. 1236)como
alimentos cuyo consumo influye en los problemas de sobrepeso y obesidad,
Los menús de las dispensadoras de alimentos del colegio UPB están
basados en productos procesados industrialmente, poniendo en oferta alimentos
ricos en grasas y carbohidratos, ajenos a la preparaciones culinarias que se
realizan en el hogar, esto hace que los estudiantes adecuen su demanda de alimentos,
alas ofertas sugeridas en las
cafeterías.
El libro escrito por la FAO, Educación en Alimentación y Nutrición para
la Enseñanza Básica, informa que los contenidos proteicos aportan a la construcción de tejidos del cuerpo en los
músculos, la sangre, la piel y los huesos; los hidratos de carbono aportan
entre otras cosas la energía suficiente para realizar actividades deportivas o
recreativas; las grasas por su parte, son esenciales para el mantenimiento de
los tejidos del cuerpo y el desarrollo de la visión. (FAO, 2003. p. 37). Lo que
indica que el aporte nutricional de las
proteínas y las grasas es fundamental en el crecimiento de los estudiantes.
Desde luego resulta inapropiado el abuso
de estos alimentos dentro de la dieta alimentaria, por su posible contribución
al sobrepeso
En la República de Argentina se realizó la investigación Consumo en cadenas de comidas rápidas y kioscos: preferencias de
escolares y adolescentes de nueve colegios privados de Capital Federal y Gran
Buenos Aires con el fin de analizar las preferencias alimentarias de los
adolescentes y niños en etapa escolar dentro de los kioscos y puntos de alimentación en dicho país, donde se obtuvieron
resultados similares a los planteados
durante este artículo. Puesto que las preferencias alimentarias de los niños y
adolescentes argentinos son comidas con alto desbalance nutricional,
principalmente golosinas (Gomas de mascar, helados, gaseosas) y menús diseñados
en las cadenas de comida rápida, que constan de sándwich de hamburguesa, papas fritas, vaso de
gaseosa y ensaladas.Los resultados sobre los
motivos de elección de los alimentos mostraron lo siguiente:
“la mayoría de los
escolares y adolescentes de ambos sexos refiere hacerlo por gusto (71,4- 87,6%
de la muestra), y el apetito es el segundo motivo mencionado (7,8-14,8% en los
escolares y del 19,7%-24,5% en los adolescentes)” (Torresani y otros, 2007:
113).”
A manera de conclusión
En la República de Argentina se realizó la investigación Consumo en cadenas de comidas rápidas y kioscos: preferencias de
escolares y adolescentes de nueve colegios privados de Capital Federal y Gran
Buenos Aires (Torresani y otros, 2007) con el fin de analizar las
preferencias alimentarias de los adolescentes y niños en etapa escolar dentro
de los kioscos y puntos de
alimentación en dicho país, donde se obtuvieron resultados similares a los planteados durante este
artículo. Puesto que las preferencias alimentarias de los niños y adolescentes
argentinos son comidas con alto desbalance nutricional, principalmente
golosinas (Gomas de mascar, helados, gaseosas) y menús diseñados en las cadenas
de comida rápida, que constan de sándwich de hamburguesa, papas
fritas, vaso de gaseosa y ensaladas.Los
resultados sobre los motivos de elección de los alimentos mostraron lo
siguiente:
“la mayoría de los
escolares y adolescentes de ambos sexos refiere hacerlo por gusto (71,4- 87,6%
de la muestra), y el apetito es el segundo motivo mencionado (7,8-14,8% en los
escolares y del 19,7%-24,5% en los adolescentes)” (Torresani y otros, 2007:
113).”
Los mitos y creenciasresultantes de esta
investigación hacen referencia a tres temas específicos, el rechazo de la
grasa, la concepción de frutas y verduras como alimentos saludables y la
preocupación por la salud y la imagen corporal
Con respecto a la grasa, los estudiantes tienden
a rechazarla por el mito de que es nociva para la salud, que engorda y que es
el componente esencial de las comidas rápidas y del mecato, que se debe tener conciencia
de que su consumo puede acarrear enfermedades.
La creencia sobre las frutas y verduras, son consideradas
por los estudiantes como productos
saludables, pero no se tiene claridad sobre la gama de alimentos que generan
los aportes para cumplir con las necesidades nutricionales de cada etapa del
crecimiento. Pues si bien es cierto, las frutas y verduras contienen gran
cantidad de agua y vitamina, no son el único elemento que le da funcionalidad
al cuerpo y este necesita de otros alimentos que le aporten la energía
necesaria al cuerpo para las actividades cotidianas.
La preocupación por la salud y la imagen
corporal, es compartida por los alumnos de la bolivariana, está presente en las
conclusiones de otros estudios realizados con jóvenes en la Ciudad de Medellín,
y puede inferirse por lo que se publica en los medios de comunicación que es un
asunto colectivo
Conviene distinguir, que el tema del mito y la
creencia en la alimentación, no es solo preocupación de talla institucional, no
pasa de inadvertido en países de América Latina, como Chile, Argentina y México;
que ha generado la necesidad de realizar proyectos estratégicos para la
generación de políticas públicas que vayan en concordancia con el objetivo de
disminuir lo que la OMS llama como enfermedades no trasmisibles“También
llamadas como enfermedades crónicas, no se transmiten de persona a persona. Son
de larga duración y por lo general evolucionan lentamente.” (OMS, 2012. p.1). Lo
que se traducen en los principales riesgos de mortalidad mundial: “Comparten
cuatro factores de riesgo: el consumo de tabaco, la inactividad física, el uso
nocivo del alcohol y las dietas malsanas.” (OMS, 2012. p.1).
De esta manera, resulta importante el estudio de
la alimentación en la etapa escolar, pues la adolescencia y la juventud
marcarán los hábitos que seguirán firmes en el resto de sus vidas. Esto implica
necesariamente un análisis detallado de los tipos de alimentación, la construcción y diseño de un concepto integral acerca de las
necesidades básicas de la población, y la forma en que están siendo cubiertas
por alimentos preparados de manera poco saludable, principalmente por frituras
y preparaciones con alto índice de carbohidratos (harinas), que generalmente no
tienen aportes proteicos, minerales y vitamínicos considerables.
Referencias
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· Uribe, J. (2006) Las prácticas alimentarias
relacionadas con la búsqueda del ideal corporal. El caso de la ciudad de
Medellín. Boletín de antropología Universidad de Antioquia. 20(37) 227-250
[1] Artículo producto de la investigación: Hábitos
alimentarios y estado nutricional de los estudiantes de bachillerato del colegio UPB, Sede Medellín en 2011 (aún
en curso), diseñada y ejecutada por: el
Programa Estratégico de Transferencia en Seguridad Alimentaria con
Responsabilidad Social (PET –SERES), los Grupos de Investigación Eureka y
Familia, las unidades de asesoría en
Educación, Pedagogía y Salud, y las Facultades de Psicología y Enfermería. El
artículo ha sido presentado como requisito de grado, asesorado por la docente
Marta Elena Correa, Trabajadora Social y Magister en Desarrollo.
[2]. Alimentos con poco valor nutritivo y con
un alto poder energético, rico en grasas, sal, condimento y azucares. (Londoño,
comunicación personal, Junio 12, 2012))
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